Formación de superlativos
Sufijo: -ísimo –ma; -, císimo, císima
De origen latino que se une a adjetivos calificativos y a algunos adverbios para formar el superlativo:
malísimo, blanquísimo, cerquísima.
Excepcionalmente se une a algunos sustantivos, con intención ponderativa: campeonísimo.
- Combinado con -ble da lugar a la terminación -bilísimo: amabilísimo, confortabilísimo,
notabilísimo.
- Aunque,
en general, el español suele preferir, ya desde sus orígenes, la formación
del superlativo absoluto mediante la anteposición del adverbio muy al
adjetivo en grado positivo (muy malo, muy blanco, muy cerca; muchos
adjetivos admiten también la adición del sufijo -ísimo de acuerdo con las siguientes reglas morfológicas:
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Los adjetivos que terminan en las consonantes -l, -r y -z añaden
el sufijo directamente: de fácil, facilísimo; de cordial, cordialísimo; de feroz, ferocísimo; de sagaz, sagacísimo; de popular, popularísimo; de vulgar, vulgarísimo. Son
excepción los terminados en -or, que
incorporan, además, el interfijo -c-: mayorcísimo, trabajadorcísimo.
- Los
adjetivos que terminan en -n incorporan normalmente el interfijo -c-: de bribón, briboncísimo; de fregón, fregoncísimo; de joven, jovencísimo. Es excepción común, que añade
directamente el sufijo: comunísimo. También añade directamente el
sufijo el sustantivo campeón.
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Los adjetivos terminados en una sola vocal suelen perder esta: de listo,
listísimo; de dulce, dulcísimo; de barroco, barroquísimo.
Es excepción cursi, cuyo superlativo es cursilísimo. No admiten
el superlativo en -ísimo los adjetivos
terminados en vocal tónica: de carmesí, muy carmesí; de rococó,
muy rococó.
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Los adjetivos terminados en los grupos vocálicos átonos -ue, -uo/-ua pierden la última vocal: de tenue, tenuísimo; de ingenuo,
ingenuísimo; de exigua, exigüísima.
- Los
adjetivos terminados en los diptongos -io/-ia pierden las dos vocales: de amplia, amplísima; de sucio, sucísimo; de seria, serísima; de agrio, agrísimo.
- Los
adjetivos terminados en los hiatos -ío/-ía pierden la última vocal: de frío, friísimo; de impía, impiísima.
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Muchos adjetivos que tienen en su raíz los diptongos ie o ue presentan en el superlativo formas
sin diptongar que conservan la raíz del adjetivo latino correspondiente, como
ocurre en certísimo, fortísimo, novísimo o ternísimo. En
la mayoría de los casos, estas formas alternan en el uso con otras que
incorporan la raíz española del adjetivo, como ciertísimo, fuertísimo,
nuevísimo o tiernísimo, igualmente válidas y, por lo general, más
coloquiales; en algún caso, la forma con diptongo carece de aceptación en el
habla culta de algunas zonas, pero es usada con normalidad en otras, como
ocurre con calientísimo, forma comúnmente usada en algunos países de
América, pero ajena a la norma culta en otras zonas del ámbito hispánico.
Superlativos procedentes directamente del latín
amicísimo (lat. amicissimus), antiquísimo (lat. antiquissimus), crudelísimo (lat. crudelissimus), fidelísimo (lat. fidelissimus), sacratísimo (lat. sacratissimus), sapientísimo (lat. sapientissimus) o simplicísimo (lat. simplicissimus). En algunos casos, estas formas cultas alternan con otras que incorporan la raíz española del adjetivo, como amiguísimo, cruelísimo, sagradísimo o simplísimo, igualmente válidas y, a menudo, más frecuentes en el uso.
Sufijo -errimo –ma
Terminación presente en varios superlativos cultos que proceden directamente del latín: acérrimo (del lat. acerrimus, superl. de acer ‘acre’ y ‘ardiente o violento’), aspérrimo (del lat. asperrimus, superl. de asper ‘áspero’), celebérrimo (del lat. celeberrimus, superl. de celeber ‘célebre’), integérrimo (del lat. integerrimus, superl. de integer ‘íntegro’), libérrimo (del lat. liberrimus, superl. de liber ‘libre’), misérrimo (del lat. miserrimus, superl. de miser ‘mísero’), nigérrimo (del lat. nigerrimus, superl. de niger ‘negro’), paupérrimo (del lat. pauperrimus, superl. de pauper ‘pobre’), pulquérrimo (del lat. pulcherrimus, superl. de pulcher ‘pulcro, hermoso’) y salubérrimo (del lat. saluberrimus, superl. de saluber ‘salubre’). Junto a la forma en -érrimo, algunos adjetivos presentan también un superlativo en -ísimo creado sobre la forma española del adjetivo, como asperísimo, negrísimo, pobrísimo y pulcrísimo, igualmente válidos y aceptados en la norma culta; en otros casos, solo existe una forma (libérrimo, no existe *librísimo) o solo se admite una de ellas en la norma culta (misérrimo, no *miserísimo).